La música clásica es una experiencia para todos los públicos

Charlamos con Diego Licciardi, el director de la Orquesta Sinfónica del Conservatorio Superior de Música "Manuel de Falla" y nos contó todo acerca de estas magníficas formaciones de músicos.

11/09/23

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Este domingo 10/9, a las 11.30 h, te invitamos al concierto de la Orquesta Sinfónica del Conservatorio Superior de Música "Manuel de Falla". El mismo se realizará en el Auditorio, y contará con el Maestro Diego Licciardi como director. De la mano de Goerges Bizet, Gustav Holst y Gilardo Gilardi se abordará la forma musical Suite: “Petite Suite”, “1° Suite para Banda Militar” y “1° Serie Argentina” respectivamente. Cada una de ellas compuesta por danzas, cuadros o movimientos musicales populares, escrito para diversas formaciones orquestales y de variado estilo compositivo, referentes de los diferentes períodos musicales ilustrando la riqueza creativa de cada pueblo en manos de sus compositores.

 

En el marco de este evento, conversamos con el Mtro. Diego Licciardi sobre la historia del icónico conservatorio, el acercamiento de la música sinfónica a un público más amplio y la composición de una orquesta de músicos-alumnos que encaran la profesionalidad. Además, nos brinda un adelanto de lo que nos encontraremos en el concierto del domingo, con un repertorio popular de ayer y hoy. ¡Leé la entrevista completa!

 

¿Cómo te iniciaste como director de orquesta?

 

Como compositor me encanta la idea de poder tener esa apertura sobre el máximo exponente de lo instrumental que es la orquesta. Es la capacidad de poder entenderte con personas sin mediar palabras, solamente música, sentimientos, miradas, y después tu idea se plasma en la música de ellos. Los directores movemos la mano y no suena nada, pero lo grandioso es eso, que establecemos un diálogo y después el público recibe todo eso, que es maravilloso.

 

¿Cuál es tu función en el conservatorio y en la agrupación?

 

A través de la dirección de orquesta, les doy a los músicos sus primeras herramientas sobre la práctica orquestal. Ellos tocan instrumentos, pero la práctica orquestal es juntar a profesionales para que puedan convivir en un mismo tiempo musical con sus diferentes diálogos. Es una obra de teatro: cada uno tiene su diálogo, a veces hablan todos juntos, hay quienes hablan en un primer plano mientras otros quedan en segundo. Creo que lo bueno está en que cada uno pueda entender y participar en lo que le toca, respetando al otro, y a la vez podemos ir al mismo tiempo. Mi función docente es justamente concertarlos, hacerlos ver que están más allá de la parte de cada uno e ir en grupo.

 

¿Cómo se compone la orquesta?

 

En la orquesta son 48 músicos y músicas –conmigo somos 49. Son en su mayoría estudiantes de conservatorio y también hay un staff de profesores y guías por instrumentos, con los que trabajamos en equipo y vamos directamente al detalle de las capacidades que puede tocar el instrumentista. Entonces, por ejemplo, en una determinada pieza, más allá del detalle de la situación técnica que yo tenga que manejar por la conservación del grupo, ellos pueden decir, "mirá, te conviene tocar con esta posición tal nota porque va a ser más fácil para cuando tengas que tocar la otra".

 

¿Cómo podrías describir al Conservatorio Manuel de Falla?

 

La historia misma te lleva. Cuando entrás a un museo o a un lugar donde pasó gente importante, es inevitable tener un respeto por la institución. Acá, en el conservatorio pasa lo mismo: Cátulo Castillo, Sebastián Piana, Pedro Maffia, son todos grandes personajes en la música que hicieron punta en esto y después otros tantos compositores que hoy forman, que son reconocidos y que formaron parte de este mundo. Desde la actual dirección siempre se apunta a eso: a la música de la mejor forma posible, obviamente con la alegría, entusiasmo, que sea copado, pero al nivel de la excelencia. Muchos músicos de los nuestros tienen una capacitación acá que no tienen nada que envidiar a Europa. Del Falla es destacable el hecho de que sea un conservatorio municipal de gran trayectoria, como tantos otros institutos, pero que nació del interés de un director, que formó la primera banda sinfónica municipal en 1920. La banda sinfónica está solamente comprendida por instrumentos de viento y de percusión. La orquesta ya agrega instrumentos de cuerda. Esto nace porque este director tenía el deseo de que sus músicos supieran leer bien música. De darle una buena formación a todos los integrantes.

 

¿De qué se trata el concierto que presentarán este domingo?

 

El repertorio que vamos a abordar para el concierto tiene una particularidad: son tres obras grandes que a su vez están divididas por cuadros, que son suites, compuestas por danzas, desde un compositor inglés, uno francés y otro argentino. Cada una de esas suites está compuesta por diferentes números. Esa es una obra que tiene cuatro obras o cinco obras dentro, y justamente lo que tiene características son varias suites. La primera que es de Bizet, está tomada de una obra que él denominó “Juego para niños”, que son piezas para piano orquestadas, y tienen varios cuadros que al cerrar los ojos lleva al soldadito, a la muñeca, a la canción de cuna. Después tocaremos la suite de Holst, la primera suite militar que compone para esta formación, que tiene un carácter más épico. Y después hacemos como tercera suite, la primera serie argentina del compositor argentino Gillardo Gillardi, que está compuesta por diferentes momentos. Podemos decir que son muy propias nuestras. Uno es un preludio que tiene música indígena hecha para orquesta, después tenemos una danza que es La Firmeza, después Noviando, y la última es una chacarera.

 

¿Qué sienten al tocar en una sala como el Auditorio?

 

Tocar en la Usina es un lujazo. Al ser un ícono para los integrantes de la orquesta, que son estudiantes, es muy importante, y más en salas destacadas. La Usina tiene todo un significado para nosotros. Yo lo siento así porque pude ir con otras agrupaciones y demás. Tiene acústica y un montón de cosas, es un lugar donde se escucha muy bien. Y tocar en un espacio de tanta connotación artística genera muchas sensaciones. Primero, lo lindo que suena todo. Muy pocos lugares son lindos estéticamente, son cómodos y cuentan con ese escenario y un sonido natural. La amplificación es buena y necesaria, pero cuando un organismo puede funcionar sin amplificación, es grandioso. Luego, obviamente la sala, la interacción con el público o lo grande de la sala. También eso es muy atractivo y muy emotivo.

 

¿Cómo se da la relación con el público?

 

Es muy importante la conexión con el público y lo que vas a hacer como músico, porque es algo que se lo estás dando por única vez a esa gente, y la gente va a participar con vos. Es algo muy fuerte. No es para un público selecto, sino que va más allá de la formación. En los programas que presentamos siempre hay una diversidad de contenidos y al ser también jóvenes músicos eso tiene su interés. Buscamos difundir la música y acercarla a la gente y que la gente cuando escucha la palabra "música clásica" no tenga miedo o sepa que va por otro lado completamente. Diseñamos un repertorio que sea atractivo para que eso que llamamos clásico se vea que es más cercano de lo que pensamos y que lo encontramos en muchos más lugares de lo que nosotros pensamos que está destinada a ese tipo de música, como en las bandas sonoras de una película, por ejemplo.

 

Fuente: https://buenosaires.gob.ar/

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