HLM RADIO

Clásica y ópera -

"La Cenerentola" en el Teatro Colón


El Teatro Colón de Buenos Aires presentó un nuevo título dentro de su actual temporada lírica: "La Cenerentola" de Gioacchino Rossini. Una gran puesta en escena acompañada con una delineada iluminación y fotografía, ampulosa vestimenta, acertado movimiento de las masas y dinamismo en el correr de los actos.
Por Alejandro Villarreal


El Teatro Colón de Buenos Aires presentó un nuevo título dentro de su actual temporada lírica: "La Cenerentola" de Gioacchino Rossini. Una gran puesta en escena acompañada con una delineada iluminación y fotografía, ampulosa vestimenta, acertado movimiento de las masas y dinamismo en el correr de los actos que hicieron de ésta una gran presentación cinematográfica en vivo. Renán, Basaldúa y Bogani firman esta puesta que destaca lo visual por encima de lo musical.

 

La escenografía en manos de Emilio Basaldúa es de gran eficacia, utilizando con gran versatilidad la estructura giratoria del Teatro Colón que permite cambiar sin intervalos los escenarios necesarios para cada cuadro de esta ópera. Basaldúa crea con precisión los distintos espacios pasando de lo real a la caricaturización sin procurar una consecución lógica entre dichos géneros. Es de destacar la unión de fuerzas en esta puesta, habitualmente el régie es el director total quedando el escenógrafo y el vestuarista bajo sus órdenes y necesidades. Aquí se creó un triunvirato que delinió una puesta brillante. Tres pesos pesados se juntaron para llevar adelante una puesta que será recordada en el tiempo y no solo por su cuidado dinamismo de principio a fin, sino también por ser una efectiva creación que sorprende y entretiene más allá de lo musical. Sergio Renan rubrica esta Cenerentola con su sello que conjuga un completo despliegue físico en escena y una divertida y pensada jugarreta multimedia. En el cielo del escenario Renan pinta los momentos fundamentales de la obra, sobre un lienzo se expresan los sentimientos de los personajes y se ve en directo y primer plano lo que sucede en escena. Siempre conjugando lo real con lo ideal, lo infantil con lo maduro, lo serio con lo divertido. Renan no deja nada librado al azar y cada detalle es pensado, su exquisita manera de ver y reflejar una ópera, tan real como infantil, nos lleva a dejar de lado todo estereotipo y caer en brazos de su creativa mirada. El tercero en cuestión es el reconocido diseñador de moda Gino Bogani quien diseña sin reparos de ningún tipo un ampuloso vestuario de época.  ¿Qué época? Si bien Rossini ubica la historia de "Cenerentola" en los umbrales del Siglo XIX, esta puesta se encuentra temporalmente ubicada en los comienzos del Siglo XX. Un gran despliegue escénico acompañado con una acertada iluminación y fotografía, pomposa vestimenta, correcto movimiento de las masas y dinamismo en el transcurrir de los actos hicieron de esta puesta una recordable presentación cinematográfica en vivo. Historia dentro de la historia es lo que hicieron estos tres importantes nombres:  Renán, Basaldúa y Bogani con su versión de una gran ópera "La Cenerentola" de Rossini.

 

Una Cenicienta sin hada madrina, con un padrastro en lugar de una madrastra, sin calabaza gigante con ruedas y caballos y sin el famoso zapatito de cristal, esto propone Gioacchino Rossini con su ópera titulada "La Cenerentola", una obra más realista que el cuento de Charles Parrault. Una ópera que deja en claro la delicada y brillante destreza del maestro de Pésaro a la hora de componer. Rossini fue un compositor brillante y su facilidad para crear melodías simples y a la vez grandiosas era sorprendente. Se podría afirmar que tal aptitud fue la piedra fundamental de la popularidad de sus melodías que impregnaban inmediatamente la vida de los asistentes a sus óperas. Algo así como una pócima divina que encanta con solo probarla es su música. Fue un encantador sin barita ni elixires, sin polvos mágicos y con la singular fórmula que destaca su figura en la Europa de la primera mitad del siglo XIX que fue componer y componer. Y Rossini componía aniquilando calendarios, como si participara en una gran carrera que podría titularse "¿Quién compone más rápido?". Pero no existía tal campeonato, Rossini componía con rapidez y facilidad naturalmente y sus óperas son consideradas grandes obras maestras. Un genio que creaba lindando lo increíble: en 20 años compuso 40 óperas, varias veces fueron 4 por año y en 1812 compuso seis. "El barbero de Sevilla" fue creada en 20 días al igual que "La Cenerentola", esta última fue una obra que Rossini apreció hasta el final de su vida y que compuso en su momento de creación más fecundo, con ella dio comienzo a una serie de estrenos romanos y marcó su despedida de la ópera buffa. Será por eso que Rossini juega de manera descubierta con las reglas del género y en esta ópera revela sus secretos bufos y deja entrever el realismo que preludia sus próximas composiciones. Estrenada el 25 de enero de 1817 "La Cenerentola" cuenta con el libreto de Jacopo Ferreti, gran colaborador de los compositores italianos de la época, y su papel principal es para mezzosoprano con exigencias de coloratura.

 

La italiana Serena Malfi es la mezzosoprano encargada de llevar adelante el papel de Angelina en esta producción. Malfi, ya entrenada en este rol, se mostró con poca expresividad en su canto y la voz de gran cuerpo nunca encontró la estabilidad necesaria haciéndose notables y desprolijos sus pasajes hacia las notas altas. Por momentos su voz se escuchaba segura pero no encontraba consistencia en los momentos de coloratura. Malfi compuso una Angelina insulsa desde lo actoral, solo con lo visto queda claro que esta artista necesita de mayor ejercicio en la actuación para sentirse segura en escena y dedicar toda su concentración al canto. En ningún momento su interpretación fue convincente y su voz, salvo contados pasajes, no se proyectó de manera correcta. "Una volta c'era un re" es la canción de Angelina, una canción melancólica que nos introduce en el personaje principal de la obra. Aquí Malfi se muestra segura a medida que su canto gana lustre y sube lentamente hasta llegar al "sposare tre". Vale decir que "La Cenerentola" de Rossini es de una personalidad y una actitud muy distante a la del cuento de Perrault, Angelina contesta con su canto vigorosamente y enfrenta en forma constante a sus hermanas y padrastro. Es por esto que al ver la insípida personificación de Malfi se abre una brecha entre la actitud que actua y lo que el personaje dice, lo que canta. Angelina es un papel de muchacha bondadosa cuyo vigor encuentra lugar en el canto.

 

Don Ramiro, el príncipe del cuento, estuvo representado por el tenor ligero Kenneth Tarver. Aquí nos encontramos con un cantante estadounidense de vertiente belcantista, su voz es muy consistente pero carece de estabilidad en las notas altas. Su ascenso al cantar es de gran versatiilidad pero su fraseo se ve afectado por un seseo constante. Tarver cumplió de todos modos dignamente con su papel lo cual lo llevó a recibir una preciada ovación por parte del público presente.

 

Las ópera bufas de Rossini son una sucesión continua e imparable de ritmos distintos y en ese andar casi endemoniado los cantantes con voces importantes suelen sobresalir del resto. El barítono griego Aris Argiris firmó un Dandini de gran presencia vocal y actoral. La expresión y tesitura de su voz la convirtieron en una de las más seguras de la noche, pero quien se lleva todos los laureles en cuanto al canto y la actuación en esta presentación de "Cenerentola" es el bajo napolitano Carlo Lepore. Su Don Magnífico no tiene fisuras, ya desde su interpretación de "Miei rampolli femminini" Lepore dejó en claro que estábamos frente a un inolvidable Don Magnífico. Su estabilidad en la voz nunca lo abandonó, sus habilidades en los dificilísimos dilemas vocales (verdaderos trabalenguas) que impone Rossini fueron sorprendentes. Lepore y Argiris compusieron de manera impecable la dupla graciosa de la obra. La soprano Marisú Pavón y la mezzo Florencia Machado se pusieron en la piel de las hermanastras Clorinda y Tisbe, otra gran dupla de voces con gran habilidad y flexibilidad para los momentos de coloratura. "Cenerentola" no tiene hada madrina en esta adaptación rossiniana, el rol lo ocupa el misterioso Alidoro representado en el Teatro Colón por el bajo barítono Carlos Esquivel. Una especie de filósofo "einsteiniano" en las formas con gran apertura vocal desde la partitura. Esquivel confirmó los motivos de un exitoso presente que lo llevan a ser uno de los destacados cantantes argentinos en su gama vocal, muy requerido en Europa.

 

La música de Rossini para esta ópera es brillante, desde la primera nota hasta la última sus recursos son utilizados de manera grandilocuente. Su particular uso del crescendo es de gran efectividad, en "Cenerentola" el compositor no escatima nada en absoluto, sus melodías son cristalinas llevando al máximo la práctica del bel canto. La música en manos del maestro Reinaldo Censabella al frente de la Orquesta Estable del Teatro Colón es de gran precisión, así mismo como la intervención del Coro Estable en manos de Peter Burian.

 

Finalmente y tratándose de Rossini podríamos decir que el Teatro Colón preparó con este título un gran banquete en el que todos quedamos más que satisfechos. Un gran cocinero preparó la música y el resto quedó en manos de profesionales que haciendo honor al maestro presentaron el plato con gran virtud y dedicación, humor e ingenio y profunda comprensión del arte rossiniano. ¡Bravo! ¡Bravissimi!

 

Alejandro César Villarreal
Director de hagaselamusica.com



"La Cenerentola" en el Teatro Colón
Noticias
Una italiana en Argel

Por Alejandro Villarreal



Con este pequeño cambio en el artículo del nombre de la ópera de Gioachino Rossini se puede representar de manera contundente lo sucedido este domingo en el Teatro Colón de la Ciudad de Buenos Aires.
Noticias
"La Cenerentola" en el Teatro Colón

Por Alejandro Villarreal



El Teatro Colón de Buenos Aires presentó un nuevo título dentro de su actual temporada lírica: "La Cenerentola" de Gioacchino Rossini. Una gran puesta en escena acompañada con una delineada iluminación y fotografía, ampulosa vestimenta, acertado movimiento de las masas y dinamismo en el correr de los actos.
Noticias
Un rescate de gran factura

Por Alejandro Villarreal



En la historia de la música se ha asistido en incontables oportunidades al olvido de los creadores y sus obras, solo mencionar el que sufrió Johann Sebastian Bach a partir de su muerte y que varios años después rescatara el genial músico alemán Félix Mendelssohn, quien desempolvó del olvido la "Pasión según San Mateo"
Noticias
"Cavalleria Rusticana" en Mar del Plata, sólo buenas intenciones

Por Alejandro Villarreal



La Ópera de Mar del Plata presentó el viernes 17 y el domingo 19 de agosto en el Teatro Municipal Colón la obra "Cavalleria Rusticana" de Pietro Mascagni. Una puesta que lamentablemente desde lo positivo fue un cúmulo de buenas intenciones y desde lo negativo todo lo demás.

+ opinión
MEDIAKIT (Espacios de publicidad para empresas, comercios y profesionales)

Hágase la Música / Argentina©